sábado, 13 de agosto de 2011

CORPUS CHRISTI

Próximamente tendrá lugar la PROCESIÓN de procesiones, la más importante de todas las que se celebran a lo largo del año. Se trata de la procesión del Corpus Christi.


La procesión del Corpus es la procesión por excelencia, pues en ella no se procesiona una imagen de un Cristo o de una Virgen sino que procesiona el CUERPO Y LA SANGRE DE CRISTO.

Dicho esto, dicho todo. Si los cofrades  nos esmeramos, nos volcamos en nuestras Hermandades y Cofradías a la hora de participar en nuestra estación de penitencia, cuanto más debemos estar entusiasmados y gozosos de participar en la procesión del Santísimo Sacramento, ¿Qué mayor gozo puede haber en un Católico que el acompañar al mismo Cristo por las calles de nuestra ciudad?





El Corpus se celebra el jueves siguiente a la fiesta de la Santísima Trinidad, dentro del tiempo ordinario. En nuestra Ciudad, la Iglesia traslada la celebración del Corpus del jueves al domingo siguiente. Pero el Jueves del Corpus nuestras calles seguirán recordando que es Corpus Christi, pues la Cofradía Sacramental de la Sagrada Cena, se encarga de mantener viva esa Celebración. Tres días antes esta Cofradía habrá celebrado un solemne triudo en Honor al Señor de la Eucaristía que terminará con la procesión del Señor de la Eucaristía por las calles de nuestra ciudad.


Por todo lo aquí expuesto sólo me queda decir que partricipemos y disfrutemos en la Celebración del Corpus y, como no podía ser de otra manera, recordar que ese Cristo que vamos a procesionar por nuestras calles se ha convertido en Pan y Vino para que nosotros lo recibamos en la Eucaristía, participemos pues de todo esto y recibamos a Cristo, dejemos que Cristo entre en nuestras Vidas.






Con el deseo de que “Sea toda nuestra vida un acto de amor”.
Ángel M. Rojo Lopo

Y AHORA QUÉ ...

Pasó la Semana de Pasión, Muerte y Resurrección de Ntro. Señor y nos encontramos de lleno en el tiempo de PASCUA.

¿Pero cuál es nuestra misión como Cofrade en el tiempo de Pascua? o ¿Nuestra misión termina cuando sacamos a nuestras imágenes a la calle?





No. El tiempo de PASCUA, es tiempo de Alegría, de Gozo, de celebrar con Vítores que CRISTO ESTÁ VIVO. Y es ahora, Hermano Cofrade, cuando debemos comenzar a llevar ese mensaje a la gente que nos rodea, al compañero de trabajo o de estudios, al amigo con el que nos tomamos las copas, en el ambiente que te mueves, ahí es donde tenemos que comunicar, como lo hicieron los primeros apóstoles, que hay una persona, que es Jesús, que resucitó por nosotros y, lo más importante, que necesita de nosotros para llevar la Gran Noticia allí donde nosotros estamos. En una palabra los Cofrades en la Semana Santa hemos prestado nuestros hombros para portar una imagen de Cristo y ahora tenemos la obligación de prestar nuestros cinco sentidos para anunciar a Cristo.


¿Pero cómo anunciar a Cristo?, buena pregunta ¿verdad?, pues igual que damos a conocer a la persona que amamos o queremos, es decir poniendo de manifiesto sus virtudes, sus encantos, expresando públicamente los momentos que vivimos con esas personas; pues lo mismo con Cristo. Si nos resulta fácil hablar de las personas que queremos, también nos debe resultar fácil hablar de Cristo a los demás, al cual conocemos y al cual recibimos en el sacramento de la Eucaristía, y el cual fue el único que se dio por nosotros y nos regaló el Espíritu Santo.

Sí, Hermano Cofrade el Espíritu Santo, la tercera persona de la Santísima Trinidad que se derrama sobre nosotros con su sietes dones: Sabiduría, Inteligencia, Consejo, Fortaleza, Ciencia, Piedad y Temor de Dios.  El Espíritu Santo fue el que dio la fuerza necesaria a los Apóstoles para abandonar el Cenáculo donde estaban reunidos y comenzar a elaborar lo que hoy conocemos como Iglesia.






Pues, Hermano Cofrade, pidamos al Padre que con la ayuda del Santo Espíritu seamos capaces de dar a conocer a Cristo Vivo y presente en cada uno de nosotros.

Intentemos pues que “sea toda nuestra vida un acto de amor”, y que demostremos una vez más que el ser cofrade no se queda en una semana de portar imágenes, sino que somos verdaderos testigos de Cristo en el Mundo de hoy.

Ángel M. Rojo

LA SUMA DE TODOS

Dentro de unas semanas viviremos la Semana de PASIÓN, MUERTE y RESURRECIÓN de Nuestro Señor Jesucristo. Hay dos formas de vivir la Semana de Pasión: la primera dentro del Templo y la segunda  en la calle.

Estas dos formas de vivir la Pasión no pueden ir en líneas paralelas como las vías del tren que, ya se prolonguen kms. y kms., nunca llegan a cruzarse entre sí. No, estas dos formas de vivir la pasión deben ir en una misma dirección y unidas como las cuerdas entrelazadas que forma la soga, que si separamos las cuerdas nos quedamos sin soga.

La Pasión dentro del Templo es fundamental para todo Cofrade, en ella el Jueves Santo conmemoramos la última cena del Señor, el Viernes Santo revivimos en la exaltación de la Cruz la Pasión y Muerte de Cristo y, por último, al terminar del Sábado la Iglesia salta de alegría y júbilo con la gran revelación, Cristo ha Resucitado.

A través de la Piedad Popular con nuestras Procesiones realizamos lo que llamaríamos la Pasión en la Calle; con las procesiones llevamos a la calle de forma didáctica todo eso que vivimos en el templo,  pues nuestros pasos representan todo lo que se vive dentro del templo.

Los Cofrades se convierten en catequistas en la calle, llevando ese Evangelio a través de las imágenes que portan. Pero es totalmente necesario que el Cofrade se empape, se contagie, se impregne de todo lo que se vive dentro del templo para que, a la vez que son hermanos de carga o costaleros  de esas imágenes, sean testigos en sus vidas de lo que se ha vivido en el templo.

Pensemos un poco ¿cargamos con los mismos sentimientos nuestros pasos, que cuando cargamos un paquete en nuestras casas o que cuando sacamos las andas de sus locales? No, no se carga de la misma manera, pues lo que sobre tus hombros o sobre tu cuarta vértebra llevas es tu Cristo o tu Virgen a los cuales tienes una devoción y cariño, ante los cuales tú pones tus problemas, tus angustias, tus dudas. Si en realidad tenemos esos sentimientos, cuanto más tenemos que tener un acercamiento mayor e íntimo a ese Cristo que se convierte en el Pan Vivo bajado del Cielo en la tarde de Jueves Santo.


Es bueno el reconocer todo el esfuerzo que durante horas y días de ensayos y preparativos realizan las juntas directivas, los hermanos de carga, costaleros, jefes de pasos, capataces, camareros, decoradores… un sinfín de personas que con un denominador común llamado Semana Santa y un nombre que los cobija, Hermano, trabajan y se afanan por dar una buena catequesis en la Calle.

Pero también hay que recordar las numerosas Charlas Cuaresmales, ejercicios espirituales, celebraciones penitenciales, quinarios, triduos, rosarios, una gran variedad de cultos que nos preparan espiritualmente para vivir la Semana de Pasión.

Por  todo lo aquí expuesto te invito a que rompas con el dicho de que los cofrades solo queremos las procesiones. Pues todo cofrade nunca puede olvidar que lo que nosotros representamos en la calle es lo que en realidad se vive en el Templo.

Que sea toda nuestra vida un acto de amor.

LAS QUINCE EN CAMINO

Nazareno, Soledad, Cristo Negro, Vera Cruz, Humilladero, Esperanza, Batallas, Calvario, Amor, Amparo, Expiración, Sagrada Cena, Salud, Humildad y Victoria. Estos son los nombres sencillos o abreviados de las quince Cofradías y Hermandades de nuestra ciudad, que en estos días se afanan más intensamente en esos preparativos para la Gran Semana. Y digo más intensamente, pues el trabajo de las Cofradías no es únicamente cuando llega la Cuaresma, sino que se trabaja durante todo el año y se celebran cultos en nuestros templos y otras series de actividades como pueden ser, excursiones, conciertos de Bandas, Festivales, Cena de Hermandad etc.

Pero en estos días se siente algo diferente, despertamos por la mañana y ponemos la mirada en el calendario buscando ese Miércoles de Ceniza o ese primer viernes de Marzo, en el cual con un beso a los pies del Nazareno se nos hace casi inminente la Semana Santa. Este año el besa-pie del Nazareno se adelanta por unos días al Miércoles de Ceniza.

Con el Miércoles de Ceniza, comienza el Tiempo de Cuaresma, cuarenta días antes de la Pasión, Muerte y Resurrección de Cristo. ¿Pero qué hacer los cofrades en estos cuarenta días?, ¿sacar las túnicas de los armarios?, ¿ayudar a nuestras Cofradías a limpiar, portar y colocar enseres?. Sí por supuesto que debemos hacer esas cosas, pero además hay que prepararse Espiritualmente.

La Cuaresma es tiempo de conversión interior, es tiempo de mirar en nuestro interior y ver cuáles son las cosas que no nos dejan ver a Dios, y me apartan de Dios. Es tiempo de hacer limpieza en el corazón, es tiempo de abandonar el hombre viejo y convertirse en un hombre nuevo, es tiempo de rechazar el Pecado, es tiempo de acoger la Gracia Santificante del Padre.

El primer domingo de Cuaresma, el Evangelio nos recordará cómo Jesús es tentado en el desierto, pero Él vence al tentador. ¿Y nosotros en el desierto de nuestra vida vencemos o somos vencidos?. Sin duda alguna que con nuestros propios medios acabamos vencidos, pero si ponemos la mirada en la Cruz, y nos dejamos guiar e iluminar por Él, saldremos victoriosos de nuestra gran batalla.

Frecuentemos el Sacramento de la Penitencia, participemos de la Eucaristía y hagamos que “sea toda nuestra vida un acto de amor”.